La Carta de Judas
Marzo 18, 2014“Más quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor, habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creyeron.
Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día; Como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestos por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.
No obstante, de la misma manera también estos soñadores mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores”.
Judas 1:1-8
Liberación significa dejar la esclavitud del mundo para una libertad en el espíritu, en el alma, con un cuerpo renovado en obediencia al Espíritu Santo de Dios.
A partir de esa liberación, luego viene una larga caminata por el desierto, en el que debemos alimentarnos solo de la Palabra viva del Señor por la fe. Así pasamos a tener entonces un nuevo Señor, que guía nuestras vidas en el caminar por el mundo – El verdadero desierto – dándonos alimento vivo viniendo de los cielos durante este viaje hacia la verdadera tierra prometida, nuestra habitación eterna con Cristo.
Sucede que, aun así, después de la liberación, algunos en esta caminata se desvían del camino.
”Y los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día”.
Judas 1:6
Los ángeles que pecaron y se convirtieron en demonios fueron expulsados de los cielos, quedando entonces en prisiones eternas. Reducidos ahora a un lugar donde la luz de Dios no llega, siendo por eso, ellos mismos un agujero abismal, sin luz, una prisión en si, perdiendo también sus formas y estructuras espirituales, que habían sido dadas por Dios en el principio, como vestiduras y cuerpos.
Entre ellos, los que se muestran como potestades o principados, son aquellos demonios que roban a los hombres que aparecen como quién tuviese alguna luz. Pero eso sin embargo no pasa de una simulación, farsa y pura ilusión.
”Como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza fueron puestas como ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno”.
Judas 1:7
Sodoma, Gomorra y otras ciudades conjuntas fueran espectáculo para la creación, siendo mostradas como ejemplo del juicio de Dios.
Ellos se pervirtieron, despreciaron la libertad en esclavitud de su carne, queriendo vivir plenamente en una carne que habitaba la corrupción, con obras de naturaleza animal, como aquellos que quedaron en el desierto, por anhelar volver a Egipto por falta de fe.
Esclavos de hombres, entregados a los demonios en una condición carnal y bestial, así estos perecieron por el fuego, como también hoy existen aquellos que fueron separados para el mismo fuego eterno, por la misma desobediencia, en la venida de Jesucristo.
“No obstante, de la misma manera también estos soñadores mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores”.
Judas 1:8
Colocados delante de Dios en una disposición mental humana, obrando según la carne en la naturaleza de la criatura, imaginando y creando ilusiones, alucinaciones y realidades perversas que trajeran juicio para sí mismos.
Así pasaron por encima de los designios mayores establecidos por Dios, como la sabiduría y conocimiento pleno de las realidades, tanto terrenas como espirituales, comprendidas por ángeles, potencias y también por los propios hombres, yendo así contra las autoridades regidas según los estatutos de Dios, tanto aquí en la tierra como en el mundo cósmico.
“Pero cuando el arcángel Miguel, contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda”.
Judas 1:9
El arcángel Miguel en la lucha contra Satanás, por el cuerpo de Moisés, lo reprende entregando a la autoridad de reprensión de Dios.
Él dice: “El Señor te reprenda satanás”, como poder absoluto de todas las cosas, como cuando decimos: “te reprendo satanás, en el nombre de Jesucristo”, de manera que nosotros siendo hechos hijos de Dios, lo hacemos de forma directa.
Pero aquí, se aclara, el cuerpo de Moisés es como un cuerpo aún en la ley escrita en tablas de piedra, como la circuncisión en la carne en despojo del prepucio, indica para nosotros el despojo de esta carne pecadora, para una nueva realidad en el cuerpo de Jesucristo.
Como está escrito en Colosenses:
“Y vosotros estáis completos en Él, que es la cabeza sobre todo principado y potestad. En Él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; Sepultados con Él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con Él, mediante la fe en poder de Dios, que le levantó de entre los muertos.
Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con Él, perdonándoos todos los pecados”.
Colosenses 2:10-13
Esto se refiere a aquellos que no escuchan aunque oigan, forman por eso, el despojo inmundo (como el prepucio cortado que es arrojado fuera después de la circuncisión, y el viejo hombre rescatado después del bautismo en las aguas), teniendo una vida de hombres carnales, despreciados por Dios, pasando a formar aquella humanidad separada para el fuego, como Sodoma y Gomorra, porque despreciaron así el bendito Dios Eterno para siempre, amén.
La venida del Señor es cierta, y Él viene con fuego.
”Pero los cielos y la tierra actuales están reservados por su palabra para el fuego, guardados para el día del juicio y de la destrucción de los impíos”.
El Señor es fuego consumidor, nos lava como en legía en lavaderos y en fuego de orfebres, para ser purificados como el oro y la plata.
”Y si sobre este fundamento alguno edifica con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará”.
1 Corintios 3:12-13
Así que hermanos, edifiquemos sin paja, más con piedras preciosas, y con oro y plata -que es la palabra de Dios.
El Señor Jesús viene con sus santas miríadas y ejércitos de ángeles para hacer justicia y llevar a su pueblo.
”He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por Él, sí. Amén”.
Apocalipsis 1:7
“E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.
Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”.
Mateo 24:29-31