La cabeza de la Bestia

La cabeza de la Bestia

Diciembre 26, 2013 0 By Juan S. Gonzalez Jimenez

 

“Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia”. Apocalipsis 13:3

La herida en la cabeza de la bestia es cuando satanás fue alcanzado por el poder de la cruz del Calvario.

 En aquel tiempo en que el Señor vino al mundo, para pagar por nuestros pecados, el maligno tenía el mundo entero bajo su control.

El diablo había llevado el Señor Jesús a un monte alto para mostrarle todos los reinos del mundo, los cuales tenía sometido a su poder.

 “Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, (9) y le dijo: Todo esto te daré, si postrándote me adorares. (10) Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás”. Mateo 4:8-10

Satanás era la cabeza del mundo entero en maldad. Y su influencia en el mundo era por la tentación del hombre. Tenía la dirección de todos los reinos y pueblos de la tierra.

Él tenía el control en la manipulación de los sentidos en los hombres, indagando sus mentes, tentándolos, y luego entonces, controlando sus deseos.

La humanidad esparcida en todos los pueblos y reinos en la tierra, actuaba según sus obras carnales, dando a este manipulador el control, la potestad del aire que es Satanás.

El dragón operaba sobre los hombres, por este dominio sobre la tierra, desde las tinieblas, porque el aguijón de la muerte es el pecado, y este una vez consumado genera la muerte y en la muerte satanás tiene dominio del mundo natural. A partir del mundo espiritual de las tinieblas, tanto los hombres como sus acciones en lo físico y palpable, fueron controlados por el maligno.

Por lo tanto, el pasó a tener poder a partir de la dominación y esclavitud de la mente de los hombres, controlando así la sociedad. Siendo él la cabeza, en la dirección de aquel mundo.

Como cuando allá en los cielos, ocasión en que arrastró la tercera parte de las estrellas (los ángeles). Aquí él hizo lo mismo con el mundo, lo llevó consigo en la acción en la manipulación, en el control de los sentidos de todas las personas, haciéndose parte de la naturaleza humana que, estando corrompida por sus obras manifestada en todos sus actos, obedecieron al diablo, y cedieron al pecado que, consumado, llevó a la muerte a los hombres en los cuatro ángulos de la tierra.

Teniendo este poder las tinieblas, satanás tenía las acciones y reacciones de la naturaleza material y también del hombre, en su poder.

“Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón”. Apocalipsis 13:11

Como en ese pasaje, el profeta “ve”, ya no más aquella primera bestia, que había perdido el dominio del mundo en el gran combate. Había perdido su autoridad y el poder frente al Señor de Señores, Jesucristo en el misterio de la cruz.

Aquella bestia perdió su fuerza y poderío. Vencida, cayó como antorcha ardiente de los cielos hasta los abismos de nuevo.

Más, esta segunda bestia, que sube de la tierra es el mismo satanás que emerge curado y fortalecido. Dominando nuevamente los sentidos de los hombres que se pierden: los hijos de la perdición.

Hoy en día, estos son los que rechazan a Jesucristo los que forman esta segunda fiera.

De la tierra: significa a través del hombre; que es la premisa de la tierra. (“polvo eres y al polvo volverás”)

Sin embargo, esta vez, con él viniendo como uno de ellos (el anti-cristo), pareciendo ser  cordero manso, pero hablando como dragón. Para regir y dominar en el más terrible poder sobre la esclavitud, en la existencia perdida de los hijos de la desobediencia.

Volviendo al capítulo 13 de Apocalipsis:

“12 Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada”

 Concluyendo, vemos entonces un segundo poder operando hoy en día, en el dominio de las facultades humanas. Guiando los poderes de las tinieblas en el mundo real palpable. Mistificando las acciones de las personas en todo hecho y así, transformando en un poder real  la acción del demonio en la voluntad y el querer de los hombres.

Tenemos como producto de esta corrupción una masa de población mundial de todos los credos, siendo conducida por dedos de una “mano oculta”, que no se ve. El querer y los deseos de todos los hombres en su estado natural, dominados por un huésped maldito, oculto en lo más oculto de los deseos humanos.

Aquí el cuerpo formado del huésped con el hospedador:

La segunda bestia, el demonio en el dominio de este mundo.

Encubierto en los designios, en los deseos y en los misterios que rigen la naturaleza humana, controlada por él.

El demonio encarnado en una especie de hombres corruptos, que a través de sus ambiciones y maldades, llevan la extinción de la especie en todos los pueblos sobre la faz de la tierra.

Siguiendo en Apocalipsis 13:

“También hace grandes señales, de tal manera que aún hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres”.

Un ser de naturaleza diabólica ajeno a este mundo que tiene poderes sobrenaturales, y puede alterar y actuar aún en los elementos, como aquí en el fuego.

Los elementos naturales fueron entregados por Dios a los hombres, para que operaran en ellos. Sin embargo, estos entregaron esa autoridad a la bestia.

Vemos que él actúa en el mundo frente a los hombres, pareciendo uno: aunque no siendo uno.

Aparece por la legalidad que los hombres le dieron. Estos tales le admiran, también lo siguen por el liderazgo que opera en ellos. Por la dependencia que tienen en sus mentes dominadas hace mucho tiempo ya corrompidas.

Son muchas las formas que la bestia ha hecho para descender fuego en este mundo, a través de todas las armas, ha quemado y destruido el mundo actual, de la devastación natural y su contaminación, del inminente peligro de las guerras de destrucción masiva, y de las poblaciones enteras del mundo alejadas de la verdad de Cristo, destinadas al fuego eterno.

Tenemos también los cambios en el comportamiento en el hombre, disgregando las costumbres naturales y llevando a la tierra a un colapso de la naturaleza humana.

Este trastorno ha colocado al hombre en una posición mental perversa, guiándose a través de sus instintos para regir sus vidas, aceptando todo lo que desean como un derecho y queriendo cada día aprobar leyes que los justifiquen.

Siendo así, construyen una Nueva Torre de Babel, una Babilonia en estos días. Queriendo ser como Dioses, parecer dioses.

Significado de Babel / Babilonia: Confusión (hebreo); puerta de dios (para los caldeos)

Continuando Apocalipsis 13

 “(14)Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se la ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió”.

Señales de la bestia:

Toda maldad manifiesta en el encuadramiento de cambios corruptos que lideran la naturaleza, en el mundo de hoy.

Otra señal:

Demostraciones de poder en las grandes concentraciones de las masas humanas, en la manipulación en los recursos naturales, en la fabricación de los elementos de la ciencia, con todo su control.

Otra señal:

En la naturaleza de una nueva ciencia basada en el conocimiento absoluto del hombre, guiando el camino del destino de los pueblos.

Después otra señal:

Aprobando y creando nuevas costumbres guiadas por el deseo del hombre.

Concluyendo:

De acuerdo con todo lo que se ha dicho, el demonio tiene, a través del dominio de la mente, el control de la voluntad de todos los seres en la corrupción, por el poder en el cuerpo natural, en el querer o deseo de todas las poblaciones del mundo.

Imagen de la segunda bestia.

En todos los hombres manipulados por satanás. La imagen traída de las tinieblas que es el querer o deseo del diablo hecho en el hombre.

La segunda bestia es el demonio recuperado, por la fuerza dada por los pecados de los hombres. Ella sube nuevamente a los seres humanos dominándoles. Y esta vez subiendo como hombre, en el hombre de la perdición (anti-cristo).

La segunda bestia, hombres y demonios.

La primera bestia fue herida a espada; que es la palabra de Dios. Ella dominaba en el mundo cuando vino Jesús. Ahora ella aparece dominando y engañando los hombres que se pierden, viniendo en su imagen. Imagen como de hombres, y vivirá en los hombres

Testifica de la palabra de Jesucristo.