El Juicio de Dios

Octubre 28, 2013 0 By Juan S. Gonzalez Jimenez

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El Juicio de Dios es justo. En su santidad, todo lo que no es de Él es condenado. Con su palabra trae la buena noticia a toda la creación: El Hijo de Dios se ha acercado! En Él hay redención. En Él hay reconciliación con Dios.

En Jesucristo está la redención y salvación gratuita. Donde los que participan, participan sin mérito alguno, bastando apenas que se arrepientan de sus pecados y acepten el sacrificio y el Señorío de Cristo para sí.

Por eso esa misma palabra, trae juicio a todo aquel que escuchó y no aceptó

 “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quién le juzgue, la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero”

Juan 12:48

 Así, este Evangelio, como una espada de dos filos que discierne las intenciones del corazón, separa los pecadores en apenas dos grupos.

Los que pecaron, se arrepintieron y aceptaron la redención:

y

Los que pecaron y no se arrepintieron.

Estos, viendo la Luz del mundo (Juan 1) prefirieron las tinieblas, y se obscurecieron más y más en ellas. Los tiempos finales se acortan y el contraste Luz/tinieblas aumenta. Llega el tiempo en que todos aquellos que estuvieron fuera del Cuerpo de Cristo, la verdadera Luz, conocieron las espesas tinieblas estando vivos y ahora no se prostituyen más por la Luz que reciben hoy día, aún más lo que refleja el soplo de vida que poseen y por la presencia del Espíritu Santo que se continúa derramando sobre toda carne.

Y este juicio comienza por su Casa, por su Templo, y su Cuerpo.

”Pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino que glorifique a Dios por ello. Porque es tiempo de que el Juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿Cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador?

De modo de los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador; y hagan el bien”

1 Pedro 4:16-19

Los primeros que somos probados, somos nosotros en la carne, la Iglesia, con la comunión del Espíritu Santo. Para quemar toda impureza del mundo en nosotros, a fin de que seamos vivificados en plenitud en el Espíritu Santo de Dios.

Los infieles del mundo, padecerán para condenación en el juicio de Dios. Así la Iglesia seremos separados en santidad con Dios, y el mundo dejado en las tinieblas para perdición.

“Corta tu cabello y arrójalo, y levanta llanto sobre las alturas, porque JEHOVÁ ha aborrecido y dejado la generación objeto de su ira. Porque los hijos de Judá han hecho lo malo ante mis ojos, dice JEHOVÁ; pusieron sus abominaciones en la casa sobre la cual fue invocado mi nombre, amancillándola.

Y han edificado los lugares altos de Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para quemar al fuego a sus hijos y a sus hijas, cosa que yo no les mandé, ni subió en mi corazón.

Por tanto, he aquí vendrán días, ha dicho JEHOVÁ, en que no se diga más, Tofet, ni valle del hijo de Hinom, si no valle de la Matanza; y serán enterrados en Tofet, por no haber lugar.

 Y serán los cuerpos muertos de este pueblo para comida de las aves del cielo y de las bestias de la tierra; y no habrá quién las espante.

Y haré cesar de las ciudades de Judá, y de las calles de Jerusalén, la voz de gozo y la voz de alegría, la voz del esposo y la voz de la esposa; porque la tierra será desolada”

Jeremías 7:29-34

La humanidad corrupta padecerá bajo la justicia de Dios.

Incluso aquellos que son parte del pueblo de Dios, pero odian la ley en Jesucristo y que, en su pecado, queman en el altar a sus hijos y su descendencia a los dioses extraños (los demonios, instruyendo estos pequeños de la Iglesia en la idolatría) comulgando todas sus abominaciones con el altar de la santa Iglesia de Dios, yendo así en contra de su voluntad, todos estos también sufrirán para condenación.

Todo pecador que rechaza la salvación en Jesucristo, transgrede su ley incluso conociéndola, se torna en alimento de demonios, de las bestias de la tierra y de las aves del cielo (potestades y principados en las regiones celestes)

“Por lo demás hermanos míos fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.

Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las acechanzas del diablo.

Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes

Efesios 6:10-12

 

Y continúa:

“En aquel tiempo dice JEHOVA, sacarán los huesos de los reyes de Judá, y los huesos de sus principales, y los huesos de los sacerdotes, y los huesos de los profetas, y los huesos de los moradores de Jerusalén, fuera de sus sepulcros.

 Y los esparcirán al sol y a la luna y a todo el ejército del cielo, a quienes amaron y a quienes sirvieron, en pos de quienes anduvieron, a quienes preguntaron, y ante quienes se postraron. No serán recogidos ni enterrados, serán como estiércol sobre la faz de la tierra.

 Y escogerá la muerte antes que la vida todo el resto que se quede de esta mala generación, en todos los lugares adonde arroje yo a los que queden, dice JEHOVÁ de los Ejércitos”

Jeremías 8: 1-3

 

Nuestro Señor Jesús, en su resurrección, resucitó los santos que habían de ser salvos con Él.

“Y he aquí el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron.

Y se abrieron los sepulcros y muchos cuerpos de santos que habían dormido se levantaron.

Y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de Él, vinieron a la Santa Ciudad y aparecieron a muchos”

Mateo 27:51-53

 

“Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán (Jesús); ¡Despertad y cantad moradores del polvo! Porque tu rocío es cual rocío de las hortalizas (El Espíritu Santo que fue derramado de los cielos en Pentecostés), y la tierra dará sus muertos (los que resucitarán con Él en el día de la resurrección)”  

Isaías 26:19

 

Es decir los que habían de ser salvos resucitarán con Él. Pero los que se quedaron, es porque no se salvarán.

 

En el día del juicio, en la venida del Señor Jesucristo, todos los que fueron para el Hades antes de la resurrección de Él están adormecidos, pues no acordaron con los santos que resucitaran junto con Él, todos estos serán resucitados en su venida ahora, para condenación eterna.

Estos son aquellos sobre los cuales fue dicho que sus huesos serían sacados de la sepultura.

Pero antes de la segunda muerte, que es el lago de fuego, quedarán aún más en el milenio junto con los demonios formando un solo grupo, como Gog y Magog. (Apocalipsis 20:7-10, Isaías 24:21-23, Ezequiel 38 y 39)

“Acontecerá que en aquel día, que JEHOVÁ castigará al ejército de los cielos en lo alto, y a los reyes de la tierra sobre la tierra

Y serán amontonados como se amontona a los encarcelados en mazmorra, y en prisión quedarán encerrados, y serán castigados después de muchos días. (Milenio)

La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando JEHOVA de los Ejércitos reine en el monte de Sión y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso”

Isaías 24:21-23

 

“Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar.

Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió.

Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos” 

Apocalipsis 20:7-10

 

Por eso, nuestra generación, los que tienen el Espíritu Santo, seremos resucitados o arrebatados en el Día del Señor, en su venida. Y todos los otros que adormecen sin el Espíritu Santo, desde su derramamiento en Pentecostés hasta el día de su regreso, serán resucitados y juzgados después del milenio.

Diferencia entre la “Babilonia” y “Gog y “Magog”

La Babilonia son todos aquellos que están en el mundo, en una humanidad corrompida y prostituida. Gog y Magog son los hijos de la perdición, los anti-cristos que adoran la bestia (porque se oponen a Cristo) junto con los demonios.

Babilonia se torna al final Gog y Magog, después de ser traspasada por la Palabra. O sea, los que han recibido el Evangelio de Jesucristo y lo han negado. Así ella se obscurecerá, y dejará de ser prostituida porque aquello que prostituyó (y que es de Dios) será quitado, tornándose una sola masa con los demonios: Gog y Magog.

“Me dijo también: las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas.

Y los diez cuernos que viste en la bestia, estos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego;

Porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que Él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios.

Y la mujer que has visto es la gran cuidad que reina sobre los reyes de la tierra”

Apocalipsis 17: 15-18

 

*La bestia: [es un cuerpo animal en la carne (la propia parte de la humanidad que recibió la marca del diablo y se hizo un solo cuerpo con él), cuerpo poseído por el demonio]

Y son de estos que fue dicho:

“Entonces todos los que sabían que sus mujeres habían ofrecido incienso a dioses ajenos, y todas las mujeres que estaban presentes, una gran concurrencia, y todo el pueblo que habitaba en tierra de Egipto, en Patros, respondieron a Jeremías, diciendo:

16 La palabra que nos has hablado en nombre de Jehová, no la oiremos de ti;

17 Sino que ciertamente pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca, para ofrecer incienso a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén, y tuvimos abundancia de pan, y estuvimos alegres, y no vimos mal alguno.

18 Más desde que dejamos de ofrecer incienso a la reina del cielo y de derramarle libaciones, nos falta todo, y a espada y de hambre somos consumidos.

19 Y cuando ofrecimos incienso a la reina del cielo, y le derramamos libaciones, ¿acaso le hicimos nosotras tortas para tributarle culto, y le derramamos libaciones, sin consentimiento de nuestros maridos?

20 Y habló Jeremías a todo el pueblo, a los hombres y a las mujeres y a todo el pueblo que le había respondido esto, diciendo:

21¿No se ha acordado JEHOVÁ, y no ha venido a su memoria el incienso que ofrecisteis en las ciudades de Judá, y en las calles de Jerusalén, vosotros y vuestros padres, vuestros reyes y vuestros príncipes y el pueblo de la tierra?

22 Y no pudo sufrirlo más JEHOVÁ, a causa de la maldad de vuestras obras, a causa de las abominaciones que habíais hecho; por tanto, vuestra tierra fue puesta en asolamiento, en espanto y en maldición, hasta quedar sin morador como está hoy.

23 Porque ofrecisteis incienso y pecasteis contra JEHOVÁ, y no obedecisteis a la voz de JEHOVÁ, ni anduvisteis en su ley ni en sus estatutos, ni en sus testimonios; por tanto ha venido sobre vosotros este mal como hasta hoy.

24 Y dijo Jeremías a todo el pueblo, y a todas las mujeres: Oíd palabra de JEHOVÁ, todos los de Judá que estáis en tierra de Egipto.

25 Así ha hablado JEHOVÁ de los ejércitos, Dios de Israel, diciendo: Vosotros y vuestras mujeres hablasteis con vuestras bocas, y con vuestras manos lo ejecutasteis, diciendo: Cumpliremos efectivamente nuestros votos que hicimos, de ofrecer incienso a la reina del cielo y derramarle libaciones; confirmáis a la verdad vuestros votos, y ponéis vuestros votos por obra”

Jeremías 44:15-25

 

“Andad ahora a mi lugar en Silo, donde hice mora mi nombre al principio, y ved lo que le hice por la maldad de mi pueblo Israel.

13 Ahora, pues, por cuanto vosotros habéis hecho todas estas obras, dice JEHOVÁ, y aunque os hablé desde temprano y sin cesar, no oísteis, y os llamé, y no respondisteis;

14 Haré también a esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, en la que vosotros confiáis, y a este lugar que di a vosotros y a vuestros padres, como hice a Silo.

15 Os echaré de mi presencia, como eché a todos vuestros hermanos, a toda la generación de Efraín.

16 Tú, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración, ni me ruegues; porque no te oiré.

17 ¿No ves lo que estos hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?

18 Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira?

19 ¿Me provocarán ellos a ira? Dice JEHOVÁ. ¿No obran más bien ellos mismos su propia confusión?

20 Por tanto, así ha dicho JEHOVÁ el Señor: He aquí que mi furor y mi ira se derramarán sobre este lugar; sobre los hombres, sobre los animales, sobre los árboles del campo y sobre los frutos de la tierra; se encenderán y no se apagarán”

 Jeremías 7: 12-20 

 

 La humanidad que no sigue a Jesucristo será condenada en el Juicio. Su maldad e idolatría no serán perdonadas.

*reina del cielo-> [Satanás y sus huestes malignas en el mundo celeste- Efesios 6:10-12]

La “reina del cielo” es una unión de potestades y principados malignos en las regiones celestes, que consiguen subir para alimentarse de un cuerpo formado en la corrupción del hombre. Estos hombres son aquellos que adoran a los demonios y rechazan la Palabra de Dios, aun conociéndola. Adorándolo en su bestialidad (bestia) o dragón.

Tanto las mujeres como los hombres, con sus hijos, encienden el fuego para el pecado. Los padres enseñan a su descendencia la idolatría. Por esos es que reúnen leña (todo lo que es producido fuera de Cristo, en pecado, I Corintios 3:12-15) y causan o generan el fuego eterno.